No te quiero alarmar, no me tomes esto a mal,
llega un punto en que no siento.
Mi paciencia se acabo, tu pension ya caducó.
Se convierte en sufrimiento.
Hasta ahora no he dudado de mis deseos que tengo para ser muy feliz, y tú nunca te has querido ensuciar y te lavas las manos cuando hay que batallar!
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