21 de noviembre de 2010

Despacio se fue dando cuenta de que la visita al Cerro habia estado bien, precisamente por que se habia fundado en otras razones que las supuestas. Saberse enamorado no era un fracaso ni una fijacion en un orden caduco; un amor que podia prescindir de su objeto, que en la nada encontraba su alimento, se sumaba quizas a otras fuerzas, las articulaba y las fundia en un impulso que destruiria alguna vez ese contento visceral del cuerpo hinchado de cerveza y papas fritas.

1 comentario:

  1. Julio. Que bello encontrar sus palabras así, de casualidad, naufragando por la web cualquier día a la madrugada. Gracias.

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