En la calle La Pampa, entre cereales y Nesquik, sentimos el olor de las almendras amargas, el mismo que sabían conocer Fermina y Florentino.
Piratas atestiguaron nuestra odisea, la lucha entre el relato que se volvía palpable y nuestra promesa inquebrantable. 35 años y mi espectro tiene tu forma.
¿Té de miel en verano?
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